Acabo de leer Odiseo. El juramento, la primera parte de la serie de dos novelas que Valerio Manfredi dedica a Odiseo/Ulises. Soy declarado "fan" de algunas de las obras de Manfredi como La conjura de las reinas (que narra el regreso, nostos, de Diomedes), Talos de Esparta o El ejército perdido (estupenda recreación de la Anábasis). Es realmente difícil escribir sobre Odiseo y que suene a "nuevo", pero Manfredi lo consigue, sobre todo en la parte de esta novela que narra los hechos anteriores a la guerra de Troya. El comienzo atrapa y el relato narrado en primera persona por el propio Odiseo posee un aliento épico combinado también con la lírica. La infancia y juventud del héroe dan margen para la imaginación plausible, y Manfredi, desde mi punto de vista, consigue sorprender incluso a un lector que ya conoce la historia. El tono "realista", en el que entra también lo sobrenatural en una suerte de "realismo mágico clásico", es la marca del autor que recuerda a La conjura de las reinas y a Talos de Esparta (sobre todo en las evocaciones al lobo). Menos atractiva me pareció la parte de la guerra de Troya, más pegada en su desarrollo a las fuentes clásicas más comunes. Aunque esa parte tiene algunas sorpresas puntuales, es muy difícil comprimir el ciclo troyano en tan pocas páginas y resultar original. No obstante, el libro en su conjunto engancha y es un excelente punto de partida para iniciarse en la compleja historia del itacense. Lástima que haya que esperar un año para leer la traducción española de la segunda parte, porque es intrigante ver cómo resolverá el resto de la Odisea.
Los que estáis leyendo o habéis leído Teucro, el arquero de Troya, donde he querido aunar Ilíada, Odisea y tradición bíblica como acertadamente expone Luis Alberto de Cuenca, encontraréis un Odiseo intrigante completamente distinto de este, pero que también tiene cabida en la complejidad del mito y sus variantes.
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