

Este fin de semana he estado en Valencia en la entrega del III Premio de Literatura Histórica Hislibris en el que mi libro Héroes de Grecia y Roma en la pantalla estaba nominado en dos candidaturas. No hubo suerte y, sobre todo, en la candidatura de mejor ensayo histórico se alzó con el premio con toda justicia y merecimiento el espléndido libro de Fernando Quesada Sanz, Armas de la antigua Iberia (La Esfera de los libros).
El premio para mí fue conocer a tantos hislibreños y a tantas personas apasionadas por la historia y la literatura. También pude conocer en persona a compañeros "clásicos" apasionados por las mujeres en Roma y por Julio César como
Isabel Barceló y
Txema Gil, y volver a ver a gente tan entrañable como el equipo de Hislibris y sus colaboradores, a
Antonio Penadés, a
Fernando Quesada y a Alejandro Noguera, responsable del magnífico museo de soldaditos de plomo L'Iber que hizo de excelente anfitrión en las sesiones que tuvieron lugar en su maravilloso palacio. Precisamente con Fernando Quesada y Alejandro Noguera compartí una mesa redonda sobre
leyendas e historia de los gladiadores en la que hicimos una exposición a tres bandas de este apasionante y desconocido tema.
Pero hubo mucho más: entrega de premios, una mesa redonda sobre novela histórica con gran participación del público, otra entrega de premios a los mejores relatos históricos y una presentación de los primeros libros de Periscopio. De todo ello han dado una excelente cuenta los hislibreños anfitriones Ariodante y Josep, y Juanrio (ilustre jurado del certamen).