He de confesar que antes
de abrir Diario de un confinado y otras estampas de José Juan Morcillo
(Chamán Ediciones, 2020) me embargaba cierto temor. ¿Me afectaría su lectura de
algún modo después de casi un año de aquel funesto confinamiento? ¿Iba a revivir
la tristeza, desesperación y melancolía que sentí en aquellos meses? Mis
recelos pronto se mostraron infundados y me descubrí disfrutando de las columnas
periodísticas o estampas publicadas en La Tribuna de Albacete y en el
blog del autor. Bien es cierto que los textos transmiten la monotonía y los
sinsabores de estar prácticamente encerrado y hay momentos de profunda desazón,
pero también contiene brotes de esperanza, como balcones abiertos a la vida. La
prosa de José Juan consigue atrapar el instante o la anécdota puntual y
prosaica para elevarla a un nuevo estado poético a través de una literatura
creadora de nueva vida. Al Diario acompañan magníficas ilustraciones en blanco
y negro de JM Nieto, conocido por su trabajo como humorista gráfico e
ilustrador en ABC. Aquí alterna la soledad y la tristeza evocada en balcones de
figuras solitarias o tétricas imágenes de gente anónima con mascarilla, con
otras de esperanza y libertad, captando a la perfección la intención de los
textos. Mi preferida es la que muestra un balcón que parece salir de la cabeza
creadora del autor en el que contrasta la lluvia exterior que arrecia con un
suelo interno tapizado de alegres margaritas.
Fatigado con la sucesión
de días de encierro entreverados por los progresivos paseos por la playa, que
aportan oxígeno a la pesada atmósfera de la monotonía, el lector pasa a la
segunda parte del libro en el que se agradece la variedad temática de una
selección de columnas de los más diversos temas en los que de nuevo la pluma
del autor nos hace volar de la noticia cotidiana o la estancia en un lugar
concreto a lo más íntimo de su ser. Una de mis preferidas es la preciosa
ensoñación de la magistral estampa titulada “Visión nocturna” en la que a partir
de medianoche el Parque del Buen Retiro se puebla de personajes literarios
fantasmales, una vez echado el cierre de las casetas de la Feria del Libro.
En suma, un libro
altamente recomendable y de gran calidad literaria y artística que nos hace reflexionar
sobre los duros momentos recientemente vividos a la par que nos anima a
continuar disfrutando de una rica existencia que se fije en los detalles cotidianos de la vida para transformarlos a través de la palabra literaria.
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