Este post va con retraso, pero aún no me había repuesto del apretado fin de semana en el que tuve el gusto de participar en las
III Jornadas de Cultura Clásica. Agotado por los viajes desde el lejano Vigo hasta Priego de Córdoba y Almedinilla y por los días de 26 horas, puedo ahora por fin escribir un poco más reposado. Lo primero decir que el viaje y el esfuerzo mereció la pena (yo ya lo intuía, si no no me hubiera atrevido a semejante odisea) y felicitar al triunvirato organizador
Antonio González Amador, Emilio Canales y Antonio Cantudo (y a todas las personas e instituciones que hicieron posible las jornadas) por todo el esfuerzo y los constantes desvelos para que todo fuera bien, lo que no era fácil si pensamos que había que mover a doscientas personas.
Pude charlar y divertirme con múltiples amigos a los que me une la pasión por los clásicos:
Ana,
Juanvi,
Iaenus,
Germán, y otros con los que además me unen lazos biográficos de mi irrepetible experiencia universitaria en Salamanca (Ignacio Baciero y Francis Casillas). Y ¿cómo no? pasarlo en grande con los estupendos componentes y autores de
Editorial Merial (Carlos, Rafael Reyes y Javier Gómez Molero). Como Ana también noté las ausencias (
en especial de chironianos).
La tarde del viernes disfruté con la
Ruta Bética y con la divertidísima representación de
Los acarnienses. Al día siguiente asistí a la conferencia de José Mª Maestre Maestre, Catedrático de
Filología Latina de la Universidad de Cádiz titulada
Los Humanistas como precursores de la didáctica actual del Latín en la que descubrimos que los trucos para atraer a nuestros alumnos no los hemos inventado nosotros. Luego Luigi Miraglia, Presidente de la
Accademia Vivarium Novum de Montella, Italia hizo una
Presentación del método de Griego ‘ATHENAZE’ con demostración incluida de algunos de sus alumnos en la que se demostró que para aprender griego (o latín) hacen falta dos cosas: método y motivación (es decir ganas). Lo primero ya lo tenemos, y lo segundo es más difícil de conseguir, aunque no imposible. La mañana se completó con una conferencia en latín del prestigioso Michael Von Albrecht, Catedrático de Filología Clásica de la
Universidad de Heidelberg, Alemania, titulada
Quid lingua Latina litteraeque Latinae ad homines educandos conferre possint.Por la tarde tuvieron lugar las presentaciones de mi libro
El aprendiz de brujo y otros cuentos de Grecia y Roma, que tuvo una muy buena acogida, (en la foto de izquierda a derecha Antonio González Amador, yo mismo e Ignacio Baciero) y del interesantísimo
Proyecto Baetica.