Hoy he visitado la exposición Domus Iacobi en el Pazo de Fonseca en Santiago de Compostela, una forma amena de conocer los orígenes y el desarrollo de la Catedral compostelana. Son piezas del Museo de la Catedral que ganan al estar expuestas de un modo más atractivo y "didáctico", aunque se echan de menos más explicaciones. De todos modos es una gozada disfrutar del arte cristiano jacobeo y sobre todo acudir después a la verdadera Domus Iacobi, Casa del Señor Santiago, para peregrinar a su sepulcro y ser consciente de que, aunque él también huyó ante la cruz de su Maestro, luego fue capaz con la fuerza de la Resurrección y del Espíritu Santo de beber el cáliz de Cristo en su pasión y de llevar a Cristo a todos los que visitan su Casa con corazón abierto.
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