miércoles, diciembre 22, 2010

FELIZ NAVIDAD


Él, hecho infante,
para que tú seas
hombre perfecto;

Él, atado en pañales,
para que tú quedes libre
de las ataduras de la muerte;
Él, en el pesebre, para que te sientes a su mesa.

¡Qué increíble valor
debe tener nuestra vida para que Dios venga a vivirla
de tal manera!

Pero ¡qué increíble amor
para quererlo realizar!

Hoy, cerca de la cueva de Belén,
no es día de decir:
"Dios mío, te quiero".
Es el día de asombrarse diciendo:
"¡Dios mío, cómo me quieres Tú!"

San Ambrosio

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