Increíble e ilógico, pero cierto. Si uno quiere acceder a cátedras en la Comunidad de Galicia (dejando a un lado el hecho de que sigo sin entender qué tiene que ver haber desempeñado un cargo directivo con ser un buen latinista; esos méritos serían buenos para un puesto de gestión) se encuentra con la sorpresa de que no se valorarán los cursos impartidos. Es decir, que cualquiera que haya asistido a mis cursos suma un buen montón de horas, mientras que el que los imparte suma cero puntos (teniendo más de una veintena de cursos impartidos por toda la geografía española). ¡Viva la calidad y la carrera docente de la que tanto alardean las autoridades educativas! En fin, que a partir de ahora se me invita a quedarme en mi casa y a no dar ni golpe (salvo apuntarme a cursos de otros, claro) hasta que por "vejez" pueda prosperar en mi carrera docente porque soy todavía muy "joven".
Afortunadamente tengo la certeza de que mi trabajo no se realiza en vano y también la alegría de ver que lo que uno hace es utilizado con provecho por otros compañeros. A pesar de todo pienso seguir en la brecha contra viento y marea como tantos otros de vosotros. Como dice el escudo de París: Fluctuat nec mergitur.
PS: Mis disculpas a mis lectores habituales, ávidos de buenos materiales y no de politiqueos baratos, por hacer un post de este tipo que espero no repetir en algún tiempo.
Fernando:
ResponderEliminarTienes toda la razón: me parece una barbaridad. Al menos, en Cataluña sí se cuentan las horas de formador como mérito.
De todas formas, no es lo único clamoroso: ahí están las publicaciones o proyectos en la red, que tampoco cuentan para nada. Algún día llegará, creo yo.
Que tengas un buen verano. Coge fuerzas.
Luis.
Comparto tu opinión, incluso los puntos y comas. En otros lares el "progreso" también comete semejantes atropellos (o peores), pero callemos porque hablar sería lo peor que podríamos hacer.
ResponderEliminarComparto tu opinión, incluso los puntos y comas. En otros lares el "progreso" también comete semejantes atropellos (o peores), pero callemos porque hablar sería lo peor que podríamos hacer.
ResponderEliminarYa... Yo soy incluso más "joven" que tú, así que lo de la cátedra me queda lejos. Pero me hago eco de lo prostituido que está el sistema. Como muestra, a la hora de concursar en la Comunidad Valenciana por el destino definitivo me valoran con tres puntos el Certificado de "Capacitació" (que me capacita para dar clases de mi especialidad en catalán), y con 0,5 el Premio Extraordinario de licenciatura. Vamos, que se pondera más la lengua en que se imparte que aquello que se imparte. Es ilógico y absurdo, como lo es que un buen especialista no pueda presentarse a oposiciones en mi comunidad si no acredita el debido conocimiento de la lengua oficial de la administración.
ResponderEliminarEn cualquier caso, el tema lingüístico, espinoso por aquí, sólo sería un ejemplo.
En fin, sólo resta animarte a continuar con tu estupendo trabajo, que si bien no es valorado por la administración como se merece, sí lo es por tus compañeros.