Los 20 años de la Librería Áurea me dan pie para hacer presentes a algunos de los "resistentes clásicos" que contra viento y marea siguen creyendo en el embrujo de Grecia y Roma y nos proporcionan los medios para que nuestro enamoramiento no decaiga. Y sobre todo un homenaje a las personas concretas que están detrás de cada empeño.
Empezando por la Librería Áurea, que lleva ya 20 años especializada en nuestras disciplinas y que nos informaba de las novedades a través de sus boletines por correo (un soplo de aire fresco en momentos de crisis) y ahora en su página web. Felicidades a Esther y le deseamos que siga en la brecha.
También es una antigua conocida Ediciones Eureka, que nos sorprendía con los magníficos mapas de Perthes, tebeos y libros en Latín y los más variados juegos para animar nuestras clases. Su responsable, Florencio, es encomiable por su apuesta por los clásicos.
Ediciones Clásicas ha sido siempre un referente en nuestros estudios al servicio del Mundo Clásico y siempre agradeceré a su editor, Alfonso Martínez, la confianza que depositó en un estudiante de 2º curso de Filología Clásica que le presentó un librito titulado Un salmantino en Roma.
Editorial Merial ha apostado también por los clásicos desde Lucena (Córdoba) y sus libros de lectura son todo un éxito. La colección Telémaco está dirigida por el vocacional Rafael Reyes.
Tilde, de Valencia, posee ya un amplio catálogo de materiales de Cultura Clásica muy ajustados a la práctica real. Vicente Vilana y Cristóbal Aguilar son algunos de los responsables de Tilde y Diálogo (dedicada a la Filosofía).
La última en llegar, para quedarse y pegando fuerte, es Evohé, que con un entusiasta equipo dirigido por Javier Baonza ha publicado ya novela hístórica de tema clásico y divulgación de calidad del Mundo Clásico en unos tiempos críticos.
Todos ellos son un ejemplo de que "vivir de los clásicos", aunque es difícil, puede ser posible.
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