sábado, enero 06, 2007

Día de Reyes


Cuando era niño recibía con asombro los regalos de sus Majestades. En el momento de hacer mi primer trabajo de investigación encontré en los sermones en latín de Juan Gil de Zamora (s. XIII) qué significaban sus nombres. Gaspar=fiel (fidelis), Baltasar=humilde (humilis), Melchor=generoso y misericordioso (misericors et donabilis), y descubrí que debía desear tener esas cualidades si deseaba acercarme al misterio de todo un Dios convertido en un niño de carne y hueso. Fidelidad para seguir la estrella de su Palabra, humildad para saber que sólo Él es el Rey de la vida y para reconocerlo en las cosas más pequeñas y humildes, generosidad y misericordia para darme a los demás después de haber descubierto el sentido de la Vida.

Además, no hace mucho, siguiendo con su tradición, me trajeron el libro de Franco Cardini, Los Reyes Magos, Península 2001, donde me explicaron su historia y todo el misterio que llevan dentro unos personajes tan singulares que son la imagen del hombre que busca la Luz Verdadera.

Yo les he pedido que a todos nos entren ganas de imitarlos en este año que comienza para seguir la Estrella que nos guía a la Verdad.

2 comentarios:

  1. A mí me encanta la Historia de los Reyes Magos de la catedral de Colonia que se relata en Baudolino, de Umberto Eco. Es descacharrante. Jamás me he reído tanto con un libro. Pero eso se queda para mí; mis niños no lo entenderían.

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  2. Pero, por favor, no pienses que me parecen figuras risibles. El día de Reyes siempre ha sido el mejor día del año para mí, y lo sigue siendo, madrugón incluido para ver los regalitos.

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